Centro
Castellano
Uno
de los primeros centros para apoyar a los inmigrantes españoles en
cuba
El
2 de mayo de 1909, en el local del Centro Gallego se crea el Centro
Castellano de Cuba con los siguientes objetivos: fomentar y mantener
la más estrecha unión entre los castellanos, sus descendientes y el
pueblo de Cuba; proporcionar a sus asociados asistencia en sus
enfermedades, instrucción, y protección; procurar se establezcan
relaciones de amistad y compañerismo con las sociedades de igual
índole de Cuba y de fuera de ella; y para dar cumplimiento a los
fines que señalaran un mayor desarrollo de la institución.
Organizacion
Interna:
El
Centro Castellano se organiza con claro carácter mutualista, aunque
el campo variado que pretende cubrir (socorros, instrucción, recreo,
cultura, etc) remite en cierta medida a una organización social
autónoma. El órgano máximo de decisión son las Juntas Generales
Ordinarias o Extraordinarias. Los socios eligen directamente a la
Junta Directiva como órgano de dirección por un periodo que varia
entre uno y tres años, generalmente dos, pudiendo ser renovable y
se organizará en distintas secciones temáticas.
El
proceso electoral está pormenorizadamente reglamentado. En los años
cincuenta compiten dos partidos políticos: Acción Castellana, cuyas
candidaturas controlan el Centro, y Superación Social. El proceso
electoral es supervisado por delegados del Gobernador Provincial de
La Habana. No faltan las disputas y reclamaciones hasta los meses
previos a la intervención del Centro por las nuevas autoridades en
1961.
Existen
diversas secciones delegadas de la Junta Directiva y están
integradas por miembros de la misma. Las de carácter permanente
serán las siguientes: Administración, Sanidad, Instrucción,
Recreo, Adorno y Propaganda.
La
Sección de Sanidad reviste una particular importancia por la
significación de los servicios sanitarios dentro de la actividad del
Centro. Corresponde a esta sección la organización de los servicios
referentes a la asistencia médico-quirúrgica u hospitalaria de los
asociados; todo lo relacionado con la Farmacia y los medicamentos que
les sean recetados a los asociados por los facultativos de la
Sociedad; cuidar de la buena alimentación de los enfermos recluidos
en la Casa de Salud y cuanto se relacione con los servicios
funerarios a los asociados. La Comisión de Glosa tiene como
finalidad la supervisión de la marcha general de la Sociedad,
particularmente su actividad económica y administrativa.
El
funcionamiento real del Centro es desigual en el tiempo y no faltan
las crisis y enfrentamientos en torno a la gestión realizada. Así,
en abril de 1930, la Comisión de Glosa denuncia para el periodo de
julio de 1928 a junio de 1929 la ausencia de una contabilidad
organizada. Existe constatación de otras denuncias sobre la
actuación de las Juntas Directivas, en particular en cuanto a la
concesión de remuneraciones sin control. En el Reglamento se regula
asimismo estrictamente el desarrollo de la vida dentro del Centro y
la participación de los socios. Los menores de 18 años no tendrán
voz ni voto y las votaciones serán ordinarias, nominales y secretas.
Actividades:
Sanitaria
y asistencial:
La
preocupación benéfico-asistencial nace de la falta de otros
sistemas de previsión como, de la situación de desamparo en la que
se encuentran los que caen en la enfermedad o han de enfrentar el
fracaso en su experiencia fuera de su patria. Rapidamente adquieren
popularidad estos centros asistenciales en la colonia española
gracias a su gran labor benefica y a su patriotismo.
El
Centro Castellano aspira desde muy pronto a contar con una "casa
de salud" propia. En principio utilizaron diferentes fincas como
centros hospitalarios hasta que en 1921 adquirieron por un valor de
mas de 200.000 pesos un terreno donde construyeron la casa de salud
Santa Teresa de Jesus. La casa de salud será el buque insignia del
Centro Castellano y a su mantenimiento y desarrollo se dedicarán los
principales esfuerzos. A principios de los años cincuenta contaba
con 7 pabellones: de administración, comedor, cirugía, medicina
general para las asociadas y otro para los asociados, enfermedades
respiratorias y uno más para las enfermedades infecciosas.
La
asistencia es gratuita, debiendo reunir los asociados una serie de
condiciones como antigüedad mínima, no haber cumplido 50 años al
asociarse y no haber ocultado ninguna enfermedad crónica o contraída
con anterioridad a la inscripción.
La
labor asistencial fue notable, muy en particular en los difíciles
momentos de principios de los veinte y en los años 30. Como otros
Centros, el Castellano llevará a cabo una muy meritoria actuación
en la atención a los españoles sin trabajo e invertirá parte de
sus finanzas en la repatriación. Participará en numerosas
iniciativas de carácter asistencial tanto en favor de cubanos como
de españoles. Es de destacar su ayuda en apoyo de las víctimas de
la guerra civil española. El Centro ofrece una asistencia póstuma a
sus asociados: el entierro en el panteón del cementerio Colón en La
Habana. Todo socio tiene derecho a un entierro modesto, pero
decoroso, en el que participa una representación de la institución.
Labor
Cultural, educativa y recreativa:
El
centro castellano tambien dedico mucho interes en conciliar entre sus
socios una labor educativa y cultural unificando la tradicion
española con la cubana, a fin de transmitir a los hijos de españoles
nacidos en cuba apego y conocimiento tanto de sus raices como de su
nuevo hogar, de esta forma los inmigrantes sentian menos nostalgia
por lo que habian dejado al mismo tiempo que enriquecian la cultura
cubana.
En
estos centros de sociabilidad que organizan los emigrantes españoles
en Cuba se entiende la educación como una forma adecuada para
facilitar la mejor integración de los mismos en la sociedad de
acogida y favorecer al mismo tiempo el ascenso profesional.
Destacan
los planteles del Centro Gallego, el Concepción Arenal, o el
Jovellanos del Asturiano.
Entre
las clases se impartia de contabilidad, inglés, taquigrafía,
mecanografía, secretariado comercial, álgebra, solfeo, piano,
instrumentos de cuerda y viento, canto, declamación, dibujo,
escultura, pintura y para la preparación del ingreso al
Bachillerato.
Sin
duda alguna la actividad cultural y educativa era importante, aunque
ocupaba un lugar secundario en relación a la sanitaria y la
recreativa en las preocupaciones de los dirigentes del Centro
Castellano ya que la inversion era inferior a la sanitaria.
Actividad
politica y relaciones institucionales
La
participación de los emigrantes españoles en las asociaciones
étnicas constituye una más de las
expresiones
de la acción política desplegada en América por estos emigrantes.
La reducción o falta de derechos políticos, las dificultades para
la nacionalización o resistencia a la misma del emigrante,
condicionó la acción política directa del mismo. Entre las labores
del Centro Castellano podemos mencionar un papel de mediacion de
poderes entre la elite y la masa de inmigrantes
El
inmigrante no dejó de sentirse partícipe de los vaivenes políticos
de su patria. Por otro lado, la distancia no impidió el comprometer
su apoyo con los rasgos de ciertas políticas, cuestionables o no,
realizadas desde Madrid A ello colaboró las dificultades jurídicas
apuntadas (junto a sus dudas y temores) para conseguir la
ciudadanía en los países de acogida. Y eso les llevó
frecuentemente a reproducir en Cuba las controversias políticas de
su patria, en particular en momentos de especial controversia
ideológica y política como serán los años 30, la guerra y la
inmediata posguerra españolas. En Cuba el enfrentamiento ideológico
de los años 30 se traduce en los Centros Regionales y asociaciones
de beneficencia española, reflejándose en una pugna por el poder
más virulenta, que cuestiona el tradicional dominio de una elite
económica y social de orientación conservadora. Van a surgir nuevos
partidos que alientan a la masa social a tomar una mayor parte en la
asociación.
La
dirección del Centro Español procura establecer una estrecha
relación con las autoridades
cubanas
y españolas, cuida particularmente los vínculos con España y los
españoles. La recepción de autoridades que visitan la Isla es
atendida, se tienen muestras de consideración con ilustres
visitantes y personajes relevantes en España y el Centro
participará en diversas campañas de ayuda y cuestaciones con
finalidad diversa.
Al
mismo tiempo mantiene un estrecho contacto con el Gobernador
Provincial de La Habana al que remite puntual información de su
actividad, de esta forma trata de compaginar las leyes de los
emigrantes con las ya existentes en Cuba.
Potencial
y actividad economica del centro castellano:
Las
sociedades españolas de La Habana destinaron al Centro una suma
cercana a los dos millones y medio de pesos en 1929 a la atención
hospitalaria, auxilios a los menesterosos y pasajes para la
repatriación de inmigrantes.
Pero
las necesidades eran siempre mallores y para cubrir los fines
sociales, y poder prestar mas atencion a los mas nesesitados el
Centro Castellano impone cuotas a sus socios y miembros mas pudientes
En
su comienzo el Centro Castellano se va a desarrollar fundamentalmente
en las ciudades, principalmente en La Habana. La masa social estará
integrada por los procedentes de las provincias de las dos Castillas
y León y sus descendientes, aunque se permitirá el acceso a sus
servicios a otros españoles.
El
Centro surge con claro matiz masculino y hasta 1916 no se regulará
la afiliación femenina, si bien con anterioridad se les permite a
las mujeres el acceso a algunos servicios.
Desaparicion
del Centro Castellano:
Cuando
el movimiento revolucionario se haga particularmente visible y
presente en la vida nacional cubana a finales de los cincuenta, el
Centro mantendrá un buen nivel de actividad. Tras
el
triunfo de la revolución en 1959 la actividad del Centro Castellano
seguirá a un buen ritmo, si
bien
los órganos directivos son conscientes del cambio de situación. La
actitud aparentemente
favorable
y contemporizadora con el nuevo régimen no evitará las dificultades
para la institución.
Tras
la intervención las asociaciones perdieron muchas veces sus locales
y buena parte de
sus
funciones en particular las educativas y de atención sanitaria,
viendose obligados a cambiar en distintas ocasiones de locales.
La
integración de los españoles en la Isla les hizo compartir las
vicisitudes del pueblo cubano con ocasión de la revolución del 59,
y como los cubanos una parte importante de emigrados españoles
optaron por abandonar Cuba y volver a su pais natal.
Para
el español que emigra a Cuba, desde el momento de su llegada, e
incluso antes, las
asociaciones,
y en particular los Centros Regionales, desempeñan un importante
papel, facilitando la entrada en el país, amparando las
contingencias de os muchos que no hacen fortuna y favoreciendo la
integración del inmigrante.
La
integracion a estos centros servirá para ayudar al emigrante, para
mejorar su cultura e instrucción, para atenderlo en la desgracia y
en la enfermedad y para mantener latente el culto a las tradiciones
patrias y costumbres. Paralelamente su apertura a cubanos facilitará
el arraigo y la integración en la nueva patria.
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1ª Centro Castellano en la Habana |